Otro post en el que viajamos a Italia, esta vez para elaborar unos grissinis para el reto de Bake the World. Es posible que con cada receta italiana que publique os diga que hay que prepararla, que hay que probarla al menos una vez en la vida, pero es inevitable resistirme a esta gastronomía y a sus clásicos. He de reconocer que preparar sus platos resulta muy gratificante al paladar.

Desde Turín se internacionalizaron los palitos crujientes que podemos tomar en diversos restaurantes mientras esperamos por los platos principales. Su creación se debe al Duque Víctor Amadeo II de Saboya, futuro Rey de Sicilia y Cerdeña, quien tras vivir una infancia complicada en temas de salud y estar al tanto de las prescripciones médicas que aconsejaban comer pan cocido sin humedad, creó una comisión con el fin de elegir el mejor pan que aunara estas características. Al pan elegido se le conoce como ghersin en la lengua piamontesa, que son los actuales grissinis y cuyo nombre es asociado en Piamonte con el ruido que produce el masticado del pan seco crujiente.

La receta se promulgó por todo Piamonte y Turín, así como en el resto de Europa primero y demás continentes después. No es de extrañar, ya que su sabor acompaña a cualquier alimento ya sea queso, salami o mortadela italiana, y como no, casa a la perfección con nuestro jamón.

La receta de estos grissinis la traje de Italia, es más elaborada que otros grissinis que se preparan con más rapidez pero el reposo previo a su preparación hace que el sabor del pan sea más intenso. Aunque los clásicos solo se caracterizan por ser salados, se pueden aromatizar con lo que más nos guste, desde hierbas como romero, albahaca u orégano hasta ingredientes como tomates o quesos. En las fotos podéis ver los clásicos que los distinguiréis por su forma retorcida y los de tomates secos, por su color rojizo.

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Ingredientes:

Para la biga:

  • 250 g de harina de fuerza
  • 2 g de levadura de cerveza
  • 150 ml de agua templada

Para la masa:

  • 5oo g de harina
  • 12 g de levadura de cerveza
  • 200 ml de agua templada
  • 100 g de biga
  • ½ cucharada de azúcar blanco
  • 100 g de aceite de oliva virgen extra
  • 25 g de manteca de cerdo
  • 10 g de sal

Para el preparado de tomates secos:

  • 50 g de tomates secos
  • ½  ajo
  • 1 cucharada de vinagre de Módena
  • aceite de oliva virgen extra para cubrir los tomates

 

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Preparación:

Ponemos los ingredientes para el preparado de tomates secos en un vaso, cubrimos con aceite y dejamos reposar. Esto podemos hacerlo cuando preparemos la biga.

Comenzamos preparando la biga. Lo ideal es hacerlo el día antes previsto al de la elaboración de la receta. Para ello mezclamos en un cuenco los tres ingredientes por el orden indicado arriba hasta conseguir una masa uniforme. Pincelamos la masa con aceite y cubrimos con papel film. Dejamos reposar en un lugar seco y libre de corrientes. En caso de no poder prepararla el día antes podemos hacerla el mismo día y dejar que leude hasta que doble su volumen, unas dos horas.

A continuación ponemos en otro bol la harina, la levadura, 100 g de biga, el azúcar blanco, el aceite y la manteca a temperatura ambiente o ligeramente derretida. Y en otro bol templamos el agua donde disolveremos la sal. Añadimos el agua a la mezcla anterior y amasamos hasta conseguir que todos los ingredientes estén perfectamente integrados. El agua en este tipo de recetas es variable en función de muchos factores como su composición o la altitud del lugar donde se prepare. Para asegurarnos que no ponemos demás es importante añadirla podo a poco.

Dividimos la masa en dos bolas, y es en este momento cuando aromatizamos al gusto cada masa. Podemos incluso separar esta masa en cuatro porciones y así obtendremos más variedad de grissinis.

Comenzamos trabajando una mitad de la masa. La extendemos sobre una superficie ligeramente enharinada dándole forma de rectángulo y con ayuda de un corta pizzas hacemos tiras que no superen el centímetro de ancho. Se pueden hacer perfectamente más gruesas pero ello requerirá más tiempo de horneado.

Si hacemos tiras finas y muy largas podemos girarlas sobre sí mismas como las de la foto.

A la otra mitad de la masa le añadimos el preparado de tomate. Para prepararlo, cogemos los tomates secos y los colocamos en el vaso de la batidora junto con media cucharada de su aceite, trituramos todo hasta que quede una pasta espesa, si necesitamos un poco más de aceite se lo añadimos pero debe quedar una pasta espesa. Una vez integrada esta pasta en la masa repetimos la operación de corte de palitos.

Cuando tengamos todos los grissinis cortados los colocamos en una bandeja para horno sobre papel sulfurizado y los dejamos reposar una hora. Pasado este tiempo le volvemos a dar forma para desgasificarlos y los horneamos a 200ºC durante diez minutos.

Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Si los guardamos en un recipiente hermético aguantan en perfecto estado durante varios días, incluso semanas.

Bon appétit!