El pasado sábado tuve la oportunidad de conocer a Rubén, del blog Ni mata ni engorda en uno de sus talleres en Ourense donde nos enseñó a preparar un menú navideño completo con dos entrantes, pescado, ave y postre.

Durante el taller aprendí como rellenar y cocinar una pularda que posteriormente degustamos.

No solo tuve la suerte de aprender varios trucos para que la pularda quedase más sabrosa sino que Rubén, quiso tener un detalle con los asistentes y sorteó una pularda que fue a parar a mis manos. Y casualidades de la vida, al día siguiente tenía que celebrar el cumpleaños de mi madre por lo que este ave ya tenía destino y fecha para saborear. Con la pularda en mis manos me fui derecha a comprar los ingredientes para su relleno basándome en las combinaciones que había hecho Rubén pero con los ingredientes preferidos de la cumpleañera.

La mañana del domingo, con la pularda en un brazo y la cámara en el otro, me metí en la cocina dispuesta a poner en práctica lo aprendido y conseguir que los invitados no pasaran hambre. No solo cumplí mi objetivo sino que conseguí hacer las delicias de mi madre. La pularda estaba deliciosa, tierna, sabrosa y en su punto. Así que dado el éxito de este plato y en agradecimiento a Rubén, no podía dejar de compartirlo con vosotros.

Para preparar la pularda necesitamos los siguientes ingredientes:

  • Una pularda (la de la foto pesaba 3,4 kg)

Para el relleno:

  • 1 manzana Golden madura
  • 200 g de setas shiitake
  • un racimo grande de uvas moradas
  • 200 g de ciruelas pasas

Para la salsa:

  • 2 vasos de Brandy de frutas
  • 2 cucharadas grandes de miel
  • zumo de 1 mandarina
  • Para el macerado:

    • perejil
    • una ramita de tomillo
    • aceite de oliva virgen extra o mantequilla
    • sal

    pularda02

    Precalentamos el horno a 170º.

    Nos aseguramos que la pularda esté limpia y vacía. Retiramos su grasa abdominal. Esta grasa se reconoce fácilmente por ser gelatinosa. Es ideal para hacer sopa pero se puede utilizar como tapón para evitar que se sobresalga el relleno de la pularda.

    Comenzamos preparando el macerado. Introducimos todos los ingredientes en un tarro, tapamos y agitamos. Dejamos reposar.

    Para el relleno, limpiamos bien todos los ingredientes, troceamos la manzana en cuadrados pequeños; cortamos las setas en pequeños trozos y cortamos cada uva en dos piezas. Ponemos una sartén a fuego medio con una cucharada de aceite o la nuez de mantequilla y salteamos los dados de manzana durante cinco minutos, añadimos las setas y salteamos otros cinco minutos más. Cuando las setas estén listas añadimos las mitades de uvas y las ciruelas y salteamos durante tres minutos a fuego medio-alto. Reservamos.

    Para preparar la salsa ponemos en un cazo el vino dulce, calentamos y añadimos las dos cucharadas de miel y el zumo de una mandarina. Calentamos a fuego medio durante 8 minutos para que se evapore el alcohol. Una vez lista la salsa, cogemos medio vaso de ella y añadimos al relleno que habíamos reservado, mezclamos y dejamos enfriar totalmente. Con el resto de la salsa rociaremos la pularda durante su cocción.

    Salamos bien la pularda por dentro. La rellenamos con la preparación de frutas y setas ayudándonos de una cuchara grande. Y cerramos la abertura, para ello tenemos cuatro opciones: coser con hilo de cocina, poner media naranja o la grasa retirada en su limpieza que haga de tapón o zurcir las pieles contrarias con ayuda de un palo de brocheta como se ve en la foto. Yo opté por esta última por ser la más cómoda y rápida. En esta fase adobamos la pularda con el macerado preparado, salamos por fuera y rociamos con la salsa reservada. Metemos al horno en la primera posición empezando por abajo, de este modo dejamos espacio suficiente para que circule el calor alrededor de todo el ave.

    El horneado lo determina el peso del ave, por cada kilogramo de peso necesita 40 minutos de horneado a 170º en la función que aplique calor en la totalidad del horno. Por lo que esta pularda necesitó 3 horas y 24 minutos.

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    Notas:

    Es importante utilizar una bandeja honda donde repose la salsa con la que rociaremos el ave cada veinte minutos para que la piel quede hidratada y sabrosa.

    Si no queremos que se dore mucho la piel podemos taparla la mitad del tiempo con papel aluminio y destaparla después o activar las función grill los últimos 15 minutos para que adquiera un bonito dorado.

    Una vez retirada la pularda del horno la trasladamos con cuidado a una bandeja que nos permita servirla y trocearla.

    La salsa que se encuentra en la bandeja de horneado la pasamos a una salsera previamente colada.

    Se puede acompañar con la guarnición deseada, puré, verduras, arroz… yo opté por acompañarla simplemente con el relleno.

    Se puede llevar a la mesa troceada pero queda más vistosa trincharla a la vista de los comensales. Para ello cortamos primero los cuartos traseros, las alas y finalmente fileteamos la pechuga. Acompañamos del relleno y la salsa.

    La pularda es una gallina de seis a ocho meses de crianza que no pone huevos cuya carne es rica en grasa en sus partes carnosas lo que la hace idónea para platos de horneado. Las más sabrosas son las de crianza libre en vez de las de rápido engorde y crecimiento. Rellena, es una opción de plato principal para las comidas y cenas festivas que se avecinan. La cantidad indicada aquí es para 6-8 comensales dependiendo de la cantidad deseada pero os aseguro que no sobrará nada. Está exquisita!

    Os deseo Felices Fiestas y momentos mágicos!

    Bon appétit!

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