Ya podemos decir que ha llegado el frío propio de noviembre, y con él los platos contundentes que nos reconfortan y espantan los rigores invernales. Uno de los más afamados es el plato de cuchara segoviano que hace honor a su nombre, los judiones de La Granja.
Estas legumbres de gran tamaño son sembradas en La Granja de San Ildefonso y cocinadas a fuego lento durante tres horas para elaborar un guiso típico castellano leonés cuya tradición histórica nace en el siglo XVIII con diferente intención alimentaria a la actual. Este manjar tan apreciado no siempre fue saboreado por el hombre sino que fue pasto de aves y caballos durante la época en que Felipe V se aposentaba en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso. Cuentan las crónicas populares que su esposa, Isabel de Farnesio, tenía pasión por los faisanes e hizo traer su alimento desde Urugay para sembrarlo en los jardines de palacio. Otras versiones apuntan su origen a Europa, sembradas por jardineros franceses que trabajaban para los Reyes en los jardines de palacio.
Esta legumbre también es conocida como «blanco de España» o «judía de España» y fue cocinada por primera vez por el Mesonero Mayor de Castilla, y creador del Mesón de Cándido ubicado en Segovia. En XIX, Cándido y Tomás Urrialde, responsable frente a los fogones, idearon un plato cuyo ingrediente principal era el judión con la intención de sorprender y cautivar a los gastrónomos madrileños de la asociación Los Doce Apóstoles. Desde ese día, su creación fue recibida con gran aceptación y recreada hasta la fecha, constituyendo así un emblema de la gastronomía segoviana que actualmente se puede degustar en buena parte de los restaurantes de la provincia.
Pero a los que estáis un poco lejos de esta maravillosa ciudad, y queráis saborear uno de sus platos más tradicionales tomad nota de la receta.
Ingredientes:
- 1 kg de judiones de La Granja
- 2 orejas de cerdo
- 2 morcillas
- 2 chorizos de Cantimpalos
- 1 cebolla grande
- 2 hojas de laurel
- 5 dientes de ajo
- 100 ml de aceite de oliva
- 1 ramillete de perejil
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharada de sal
- 1 cucharada de pimentón dulce
Preparación:
Este plato regional es muy sencillo de preparar, solo hay que tener en cuenta dos tiempos: de remojo y de cocción. La noche anterior a su preparación hay que poner los judiones en remojo con agua fría para posteriormente ser escurridos y puestos de nuevo con agua fría a fuego.
Añadimos dos hojas de laurel y ponemos a hervir. Añadimos un vaso de agua fría y dejamos que rompa el hervor. A continuación incorporamos el chorizo, oreja y morcilla. Tapamos y dejamos cocer a fuego lento durante tres horas aproximadamente, hasta que esté tierno el judión. Si utilizamos olla express son suficientes 35 minutos.
Por otro lado picamos la cebolla muy fina y freímos lentamente hasta que esté transparente y blanda. Mientras se sofríe la cebolla majamos en un mortero los ajos, el perejil, un poco de sal y reservamos. Añadimos a la cebolla frita la harina y pimentón removiendo la cazuela agitando las asas, sin utilizar utensilios de cocina.
En un vaso alto mezclamos la cebolla y el majado junto con cinco judiones y un cucharón de agua de su cocción. Trituramos con ayuda de una batidora e incorporamos a los judiones. Dejamos cocer veinte minutos a fuego lento y rectificamos de sal.
Para servir, retiramos de la olla la oreja, chorizo, morcilla y tocino. Troceamos en pedazos similares e incorporamos de nuevo a cada plato de judiones.
Notas: es un plato de cuchara que mejora su sabor con el reposo.
Descongela en perfecto estado si se congela una vez frío y en envase hermético.
El punto perfecto del judión es cuando está tierno y entero. En el paladar debe confundirse la piel del judión con su carne.
Este plato cuyo ingrediente estrella es el judión, es tierno, sabroso, calórico y muy agradecido en días de frío y nieve. Perfecto para el tiempo que nos acompaña.
Bon appétit!
Pero qué bueno!! Aunque no me han entrado ganas de cocinarlo sino de ir a algùn sitio calentito en un bajo del Madrid de los Austrias (a falta de la Granja) a que me lo cocinen… Te ha quedado precioso, un abrazo!
Cocinar es placentero pero comer a mesa puesta es muy relajante 😉 Es uno de esos platos de cuchara que disfrutamos comiendo en cualquier ciudad que lo preparen.
Un abrazo!
Me encantan los judiones. Pasábamos las vacaciones de verano a 3 km. de La Granja hasta que cumplí los 12 años, pero nunca nos quedábamos sin nuestro cargamento de judías para la temporada. Buenísimas.
Yo viví varios años en Segovia, y los primeros apenas los probaba, me parecía un plato muy pesado, pero siempre que voy me vengo con mi pequeño cargamento también 🙂
Besos
Tú y yo nos hemos puesto de acuerdo para calentar el estómago de nuestros seguidores en el fin de semana. Y es que con el frío que está haciendo, anda que no apetecen estos platos tan contundentes y reconstituyentes, ¿verdad? Y más si hablamos de Segovia, donde en comparación con Madrid, el termómetro siempre marca menos grados en cualquier estación del año, pero se deja sentir mucho más en invierno.
Me has mantenido pegada a la pantalla leyendo lo que nos cuentas sobre los judiones y sobre cómo fueron introducidos en nuestra gastaronomía. Una receta que no será de las que adornen los libros de cocina, no, porque seguidores tiene, y muchos.
¡Un plato delicioso!
Besos y feliz finde.
¿Será telepatía?… Es cierto, vaya que si apetecen estos platos contundentes con este tiempo! Tus garbanzos con calamares son otra opción ideal para este fin de semana, y los que nos esperan de frío…! El tiempo no varía mucho entre Madrid y Segovia, inviernos con temperaturas extremadamente bajas, ropa de abrigo… pero lo mejor es utilizar el pretexto del tiempo para meterse en la cocina y preparar estos platos para calentar nuestros estómagos y los de nuestros seguidores.
Besos y feliz finde para ti también.
He tomado buena nota, con la edad vamos apreciando los platos de cuchara que de niños odiábamos y no entendíamos porque a los mayores les fascinaban tanto. Hay que reivindicar estos platos!!!!!
Yo alguna vez hago fabada, plato con muchas similitudes, el cocido madrileño es un clásico en casa,en Málaga tienen el puchero y la berza, para mí grandes platos de cuchara y mañana voy a hacer cazuela de fideos, plato también de cuchara jajajjajaa
Prometo hacer tu receta, estoy segura que triunfaré 😉
Por cierto ya que estamos entrando en la gastronomía segoviana,te hago un encargo, me encantaría que tú me explicaras la paletilla de cordero típica de esas tierras. (Esto es una grandísima indirecta)
Bsss
La fabada, otra estupenda variante de platos de cuchara. Los judiones son similares a la fabada así que triunfarás seguro!
Me acabas de hacer la boca agua con todos esos platos que has mencionado…
¡Indirecta pillada! Ya estoy en fase de investigación para preparar la paletilla de cordero. 😉
Besos y gracias por tus palabras!
[…] tamaño y textura mantecosa propia de la localidad segoviana de La Granja de San Ildefonso. En esta receta de judiones de la Granja, podréis ver cómo prepararlos para conseguir un sabor excelente y una textura especial. Servidos […]